miércoles, 30 de julio de 2014

Cuidado: Telexfree en Marchena

La picaresca es una de las armas que ha tenido el hombre siempre para salir de una situación de crisis, es muy admirado el personaje del pícaro en nuestra sociedad. Pero para que exista un pícaro siempre hay un burlado o, lo que es peor, un arruinado y apaleado. 
Y eso que nos parecía tan épico, tan admirable, en las novelas del siglo de oro español, cuyos personajes lo vivían como una mera cuestión de supervivencia, hoy en día se ha convertido en una cuestión de avaricia en muchos casos.  El lazarillo pensaría "O engaño al ciego o éste me mata de hambre". En pleno siglo XXI decimos, "a trincar todo lo que podamos, aunque no lo vaya a gastar en toda una vida"

Para no desviarnos queremos centrarnos hoy en un tipo de estafa muy actual.  Además, en internet que es como la vida misma, también existen pícaros que juegan con la ignorancia y la avaricia de sus víctimas.

Probablemente la mayor estafa piramidal en nuestro país fue un timo masivo a través de inversiones en sellos sobrevalorados o inexistentes. Afinsa y el Fórum, dos sociedades con más de 25 años de historia, llegaron a engañar a 350.000 personas.

El estafado invertía, pero en lugar de hacerlo en el banco o comprando acciones, alguien le sugería que comprase sellos. Allí se hacía con unos cuantos, el mínimo, 300 euros. Siempre con la promesa de un interés anual del 6%.  ¿Cuál era el problema? El comprador nunca veía los sellos. Las dos empresas vendían muchos más timbres de los que disponían y siempre sobrevalorados. En algunas ocasiones hasta un 900%.  En cuanto los ahorradores decidieron pedir la devolución del dinero, el sistema dejó de ser sostenible destapando esta gran estafa piramidal.

El Banco Santander se vio implicado en otra estafa: la del magnate Bernard Madoff. Oficialmente invertía el dinero de los clientes en acciones de grandes compañías y ofrecía rentabilidades de hasta el 12%. Pero la realidad era otra estafa. Él invertía solo una pequeña parte de estos fondos, y la mayor la utilizaba para pagar los intereses de sus antiguos clientes. Y así ya saben, el pez que se muerde la cola. Los nuevos accionistas permitían sufragar a los antiguos.  Hasta que llegó la crisis, se redujeron los clientes y Madoff tuvo que hacer frente a los pagos. En junio de 2009 fue condenado a 150 años de cárcel, la pena máxima a la que se podía haber enfrentado.

Y ahora llega Telexfree, más de 50.000 españoles han invertido al menos parte de sus ahorros en esta aún para muchos presunta estafa piramidal.   El fraude es planetario y suma 730 millones de euros en todo el mundo. El espejismo del dinero fácil está detrás de este ejemplo de estafa piramidal clásica. Los nuevos clientes de ‘Telexfree’ pagaban hasta 1.050 euros por entrar.

El dinero servía para pagar hasta 300 euros mensuales a los clientes que ya tenía la empresa. Para que él cobrase, necesitaba que la pirámide siguiese ampliándose. Así, hasta el infinito. Habías dos formas de generar ingresos y una de ellas era creando lo que ellos llaman equipo, es decir, engañando a más gente.

Es sorprenderte que podamos confiar en promesas de rentabilidad de hasta un 235% anual. 500 años después todavía seguimos a la búsqueda del Dorado.

Los miles de afectados españoles preparan una demanda colectiva que presentarán en los próximos días.

En Marchena, la Guardia Civil investiga dos denuncias, pero probablemente sean muchos más los afectados.

No obstante, la ‘vergüenza’ de haber sido engañados o el último intento de recuperar el dinero o parte del dinero podrían ser factores que de momento estén evitando un mayor número de denuncias.  En cualquier caso esperemos que esta todavía presunta estafa  haya afectado sólo a un número pequeño de nuestros conciudadanos

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